lunes, 10 de enero de 2011

Amor a la mexicana



En la ciudad de México, como en el resto del país, los callejones, los parques y hasta las esquinas cuentan historias de amor. No hay que olvidar que la sangre caliente del mexicano y sus dotes de buen amante son reconocidos mundialmente.

Además del maravilloso arte de la seducción, los mexicanos cuentan, desde tiempos ancestrales, con “secretos de amor”: pócimas que prometen ayudar a tener y retener al ser amado, hiervas y rituales que aseguran el ansiado camino al altar.

Mexigo City se dio a la tarea de investigar algunas de estas fórmulas en el Mercado de Sonora, hogar de chamanes y brujos, apto sólo para los expertos y aventureros. En honor al día del amor y la amistad, comparten algunas fórmulas que, a decir de los que saben, atraen y retienen el verdadero amor. ¡Practícalas bajo tu propio riesgo!

La primera, que es la más conocida y popular es “El amarre con Toloache” (del náhuatl toloatzin, de toloa: cabecear por efecto del sueño). Según los brujos , el toloache es una planta que se utilizaba desde tiempos prehispánicos con fines medicinales, y que –dados sus poderes tan particulares– resulta perfecta para hechizar al ser amado, convirtiéndola en un ingrediente casi indispensable de un sinfín de “Pócimas de amor”. Es tan poderoso el Toloache que se dice que bastan unos cuantos sorbos de un té preparado con él para que se “amarre” al ser amado para toda la vida.

Ahora, el problema del Toloache es que se trata de una planta altamente tóxica que, según algunos especialistas, literalmente puede provocar la locura. Con todo, hoy se consigue en ungüentos y pomadas de amor a “la mexicana” por menos de $30 pesos.

Segundo en popularidad y mucho menos tóxico, es el queridísimo San Antonio de Padua, que, según la tradición, es fiel ayudante de las casamenteras. San Antonio puede conseguir la pareja perfecta y sacar para siempre de la soltería. ¿Cómo puede uno recibir los favores del Santo? Es fácil: comprando una estatuilla o estampa del santo de las parejas y colócalo de cabeza o en el congelador hasta que cumpla.

Ahora, si se trata de una emergencia, la siguiente recomendación es muy efectiva, pero requiere de disciplina y sobre todo de paciencia. Primero, debes preparar una infusión: hierve nueve pétalos de rosas blancas en un ¼ de litro de agua mineral o de lluvia. La noche en que aparezca la Luna Nueva, después de bañarte, debes tomar esta “infusión” y rociarla por tu cuerpo (comenzando por el cuello hasta que recorra a los pies) mientras pides a la luna encontrar pareja. Aquí viene el truco: ¡es necesario repetir estos pasos los primeros tres días de luna nueva, durante tres meses!

Finalmente, uno de los más populares y –sin duda– más efectivos artificios para el amor: “El atrapa novios” (en venta en tiendas de artesanías). Se trata de un tejido especial de colores atractivos que se introduce en el dedo del “objeto del deseo”. El truco está en que cuando la persona intenta retirar el tejido, éste se aprieta, haciendo que sea imposible liberarse. ¿No es mágico?

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